viernes, 28 de agosto de 2009

Looking for paradise

Hola a tod@s,

Me presento como colaboradora de esta fantástica iniciativa tomada por Irene y Elena.

En cuanto a mí, hace unos dos años que empecé la andadura bloggeriana con mi propio blog, sobre cosas que voy encontrando en la red en mi vida cotidiana y que me parecen curiosas. De todos modos, aunque llevo un tiempo en esto, lo de escribir de mi propia cosecha aún me parece un enorme reto. Nunca he tenido vocación de escritora o periodista y debo decir, que cuando me propusieron ser partícipe del blog lo primero que contesté fue: ¿Y yo qué voy a contar?

Jamás me he considerado como una persona que vaya a la moda y, de hecho, creo que soy de las pocas mujeres a las que ir de compras les supone un suplicio. Siempre espero a que llegue el momento obligado para adquirir aquellos artículos que voy necesitando. Así que no puede decirse que sea una “shopaholic”, precisamente. Al hablar de esto con Irene ella me respondió que este blog pretende reflejar lo contrario a una adicta a las compras. Quiere hablar de temas para personas que saben ver que la vida es mucho más que artículos y accesorios.

Al hilo de esto y hace tan solo unos días, pude ver un reportaje en el que la reportera en cuestión se dedicaba a mostrar todo lo que rodea a una vida de lujo en la actualidad. Para ello, mostraba imágenes de tiendas de ropa, joyas, coches, y demás complementos de los que se surten los “nuevos ricos”. Podían verse desde relojes que valían más de cien mil euros, a trajes para hombre hechos a mano en lana de vicuña. Artículos exclusivos y, a mi entender, totalmente innecesarios. El colmo fue cuando en un momento del reportaje, la periodista preguntó a uno de los vendedores: “¿no te da envidia?” Y él le respondió: “No, porque yo vendo sueños”.

Todo lo anterior y precisamente la respuesta de aquél vendedor, me hizo cuestionarme muchas cosas. Una de ellas es ¿por qué el ser humano “sueña” con conseguir todo esto y qué es lo que lleva a una persona con éxito y dinero, a entrar en un mundo de farsa y apariencia, en el que se considera que dice más de uno el reloj que lleva que lo que piense?

Por otro lado, y esto es otra cuestión cósmica, que os planteo a vosotr@s, es que, si de verdad se está empezando a tomar conciencia sobre la importancia que tiene preservar el medioambiente, ¿por qué no se regula de algún modo el gasto de recursos que toda esta panda de impresentables hace? Sí, un coche con 600 c.v. será muy lujoso, pero lo que consume y contamina también. Lo mismo digo de yates, jets privados y demás. Por no hablar de los bolsos de piel de cocodrilo de ochenta mil euros de cierta marca que no voy a publicitar porque a mí esos señores no me pagan nada. En definitiva, lujos que no nos podemos permitir si queremos que quede algo para generaciones posteriores.

Cada vez más creo que se endiosa a gente que no tiene ni formación, ni educación y mucho menos consideración con nada ni con nadie, excepto con ellos mismos.

Vivimos en el mundo de los “derechos” pero nos olvidamos de los “deberes” y al final, los que acabamos pagando las consecuencias somos los de las clases medias y bajas.

Lo peor es que todavía somos tan imbéciles de soñar con ser ricos y formar parte de ése selecto club de hienas, porque nos venden los sueños y nos los comemos.

Para terminar y, respondiendo a la cuestión del momento (Alejandro Sanz – Looking for Paradise): mi paraíso sería un mundo equitativo y justo. Un mundo en el que la gente no fuese egoísta y sobre todo, un mundo de paz para todos, un mundo en el que los niños puedan seguir siendo niños, un mundo en el que no nos matemos unos a otros.

El único problema es que los que tienen que dar ejemplo, son los primeros corruptos, estafadores, traidores y egoístas (y que conste que no son todos los que están ni están todos los que son).
Y para vosotr@s, ¿cuál es vuestro paraíso?



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3 comentarios:

  1. yo suscribo todo el artículo, hoy en día somos una sociedad de egoistas que sólo nos queda morirnos con un montón de "basura" que no sirve para nada.

    Si soy sincera mi pareíso sería un sitio tranquilo y que tubiese tiempo para mí pero eso por ahora es una utopía

    Felicidades por el artículo ^_^

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  2. La felicidad consiste en pequeñas cosas.
    Un pequeño palacio,un pequeño yate,una pequeña fortuna...

    Jejejjee, es de Groucho Marx,pero que vamos que estoy de acuerdo con tu post, y que me gusta la iniciativa de vuestro blog.
    ¡Lo leeré con interés!
    :-D

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  3. Gracias a ambos por los comentarios :)

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